El jueves pasado, día 16 de octubre, alrededor de veinte personas tuvimos el placer de celebrar una nueva edición de nuestro ciclo de divulgación cultural Cafés con Historia, de nuevo en la cafetería Los 7 Jardines.
En esta ocasión pudimos disfrutar de una magnífica charla a cargo de Sigfrido Vázquez Cienfuegos, profesor titular de Historia de América de la Universidad de Extremadura, quien nos pintó un completo retrato de Juan de Ovando, con su vida y obra, y consiguió ponerlo todo en el contexto del siglo XVI en que vivió y floreció este insigne y, sin embargo, desconocido cacereño. Al menos desconocido fuera del ámbito de los especialistas del derecho y de la historia, en especial la de las Indias.
Fue fundamental recordar los orígenes humildes, como hijo ilegítimo que era, del personaje, su paso por las aulas de Salamanca como colegial de San Bartolomé y su llegada a Sevilla ya como eclesiástico. No hay que olvidar que era esta localidad la ciudad más opulenta de la época por su condición de único puerto para el comercio con la América hispana, lo que ya le hizo tomar contacto con esa realidad transoceánica.
Posteriormente pasó a la Universidad de Alcalá como visitador por encargo del propio rey Felipe II con el objetivo de mejorar la organización y enseñanzas de la misma, lo cual demostró su capacidad como gestor. Así es como llegó, también como visitador, al Consejo de Indias, del cual fue nombrado presidente hasta que acaeció su fallecimiento en 1575.
Sus esfuerzos para regular la presencia castellana en América cristalizaron en una obra -Gobernación espiritual de las Indias- que quedó inconclusa, pero que denota una gran ambición por conocer, o la menos conocer mejor, ese inmenso y casi ignoto para los europeos Nuevo Mundo que había más allá el Atlántico. Así, fue Ovando quien promovió la creación del cargo de cosmógrafo real y cronista de Indias, con el ánimo de acumular información de aquellas tierras tan lejanas para la Corona.
A su fallecimiento seguía tan pobre como cuando nació, lo que demuestra que sus desvelos fueron en pos de la buena gestión de la cosa pública y no de su propio bolsillo, como era lo habitual. De hecho, hubo de ser quien el propio monarca quien costease de su pecunio la tumba de Ovando en la iglesia de San Mateo de su Cáceres natal, donde aún reposa y en cuyo epitafio puede leerse su trayectoria vital.
Agradecemos a Sigfrido sus excelentes explicaciones, al público su asistencia y a todos los responsables de Los 7 Jardines su colaboración. Todo el mundo queda emplazado a estar atento a nuestro portal web y perfiles en redes sociales porque habrá más actividades antes de que acabe este año de 2025.