Las expectativas eran altas y el público no defraudó. Cuando Esther Rodríguez, codirectora de las excavaciones arqueológicas en El Turuñuelo (Guareña, Badajoz), acudió puntual a la cita a las 19:00 horas, un centenar de personas llenaba la sala del Hotel Alfonso IX de Cáceres. Una charla-coloquio en el formato habitual de «Cafés con Historia» para adentrarnos en la historia y la arqueología de Tarteso a través de un yacimiento que es ya un emblema de la disciplina a escala internacional.
La ponente invitada abrió su intervención de lo general a lo particular, como manda la investigación científica y la socialización de sus resultados: una introducción sobre el contexto peninsular y mediterráneo en el que la cultura tartésica surgió y se desarrolló, para dar paso a continuación al detalle del yacimiento. Esther Rodríguez hitó su exposición, apoyándose siempre en un completo repertorio visual (planimetrías, fotografías, representaciones virtuales…), en atención al majestuosos edificio y sus técnicas constructivas, únicas en la protohistoria peninsular; las estancias de que se componía mientras estuvo en uso, entre las que destacó el patio que protagonizó el espectacular sacrificio ritual que ha dado la vuelta al mundo; y los restos de cultura material exhumados en el lugar, con tiempo para el fragmento de escultura de mármol griega y los relieves antropomórficos que todavía son objeto de estudio y debate.
Al final, como siempre en «Cafés con Historia», hubo tiempo para un turno de dudas y preguntas que enriquecieron la charla, con una inclinación especial (cómo no) por los interrogantes sobre su más pronta que tarde apertura a la sociedad interesada. Así las cosas, todos fuimos emplazados a visitar el yacimiento en cuanto la conservación del yacimiento y su primigenia musealización sean una realidad.
Hasta verlo hecho realidad, agradecemos desde estas líneas la amabilidad mostrada por todos los agentes implicados en esta última edición de «Cafés con Historia», al Hotel Alfonso IX como anfitrión, a Esther Rodríguez como ponente y al público por su asistencia e interés, para quienes deseamos que la experiencia cultural fuera igual de motivadora que para nosotros.