Era una nueva experiencia y, a pesar de las dificultades, podemos decir que tuvo éxito. El estado de alarma obligó a que la séptima edición de una de nuestras actividades de difusión histórica más apreciadas, los Cafés con Historia, tuviera que llevarse a cabo de manera virtual. Primavera de 2020, cada uno en su casa, con café o sin él, pero con Historia. A tenor del interés suscitado antes y después del encuentro, el tema elegido para esta ocasión nos refuerza en la idea de que los habitantes de Extremadura están ávidos de conocer su Historia.
El título resultaba atractivo, “¿Cuándo nació Extremadura?”, y el invitado rebosaba amabilidad y sabiduría, Felipe Lorenzana De la Puente. Este doctor en Historia Moderna es el mayor especialista en la historia de la compra del voto en Cortes por la coalición de varias ciudades y villas extremeñas en el año 1652. Fue el nacimiento de Extremadura como provincia -fiscal- de Castilla/España. Los antecedentes a aquella fecha hablaban de la existencia de una Estremadura de límites difusos “que era pero no estaba”, ya que en las cortes castellanas fue la ciudad de Salamanca la que habló por la región desde el siglo XV hasta entonces. Pese a que los primeros intentos de constitución provincial extremeña se encontraban en una petición de Trujillo de finales del siglo XVI, sería en el contexto de la Guerra de Restauración de Portugal cuando se pusieron de acuerdo las ciudades de Badajoz, Plasencia, Trujillo, Mérida y las villas de Cáceres y Alcántara para comprar el voto e iniciar su andadura independientemente de Salamanca. En 1655 se ejerció por primera vez la representación de Extremadura en Madrid.
Tras la muerte de Felipe IV y hasta el siglo XIX no fueron demasiadas las veces que los reyes llamaron a cortes pero ya nunca se dudó de la personalidad regional de Extremadura. En el siglo XVIII, con los Borbones, la Real Intendencia o la Real Audiencia fueron instituciones que se adaptaron a la realidad territorial extremeña ya existente, no crearon nada nuevo. En 1764 se nombra Diputado de Extremadura a una de las figuras más importantes de nuestra Historia -aún no suficientemente reivindicada-, Vicente Paíno, para pleitear con el todopoderoso Honrado Concejo de la Mesta que mantenía subyugada gran parte de la geografía extremeña por antiguos privilegios. Era el inicio de la reflexión sobre la reforma agraria que tanto persiguieron los extremeños que sucedieron. El historiador Felipe Lorenzana puso punto y final a aquella vitalidad extremeña en 1833, cuando la división biprovincial -Cáceres y Badajoz- abrió una herida de muerte en la región. A partir de entonces, Extremadura fueron dos. El regionalismo decimonónico y de inicios del siglo XX no alcanzó el éxito esperado.
Las interrupciones que sufrimos en la plataforma de emisión obligaron a posponer el debate al día siguiente. Por cierto, aquella circunstancia quedará para el anecdotario y como experiencia de aprendizaje. El guía-historiador Juan Rebollo recogió las preguntas de los asistentes y planteó el debate como tertulia aclaratoria de la construcción regional extremeña. Las cuestiones que salieron a la palestra iban desde el vínculo de Ciudad Rodrigo con Extremadura, a las modificaciones territoriales posteriores a la creación de la provincia, pasando por diversas dudas acerca de Trujillo como sede de la Santa Hermandad o sobre figuras como la de Fray Francisco de Coria, quien escribió la primera Historia General de Estremadura. Creemos que el resultado fue muy enriquecedor de cara a seguir conociendo nuestra realidad histórica.
Al final de su intervención, Lorenzana expuso vehementemente la necesaria reivindicación de más temario sobre Historia de Extremadura en las aulas de la región. Agradecemos desde estas líneas la disposición de Felipe Lorenzana al llamamiento de Guías-Historiadores de Extremadura. Las instituciones públicas harían bien en tener más presente a los historiadores extremeños si lo que se quiere es aprender a valorar la región que habitamos. Desde nuestro colectivo seguimos en el camino de acercar nuestra Historia y nuestro Patrimonio a quien viene y a quien está. ¡Nos vemos en el siguiente Café con Historia, sea virtual, sea presencial!