Guías-Historiadores de Extremadura vuelve afortunadamente a acompañar a grupos internacionales en su periplo por nuestra tierra. En esta ocasión los viajeros provenían de Portugal, país vecino y hermano, de mano de la agencia Madeira Connection, a cargo de Rui Nobre. Con ellos tuvimos excelentes cinco días de aprendizaje y de disfrute con la historia y el patrimonio de la Lusitania como hilo conductor. Durante las visitas contamos asimismo con las fantásticas explicaciones complementarias de don João Paulo Oliveira e Costa, insigne catedrático de historia de la Universidade Nova de Lisboa.

Comenzamos en dos localidades para muchos desconocidas y, sin embargo, muy atractivas: Montánchez y Alcuéscar. En la primera se hizo especial hincapié en el castillo y en otro patrimonio bien importante: el jamón ibérico. En la segunda todo el protagonismo lo tuvo la basílica de Santa Lucía del Trampal, fascinante lugar del que aún colea la polémica sobre si su construcción es de época visigoda o ya mozárabe.

Al día siguiente nos quedamos en Cáceres todo el día conociendo y entendiendo las claves de sus edificios más señeros y tratando de englobar todos los tipos de arquitectura posible: la militar, la civil y la religiosa. Aun estando todo el día de ruta todavía quedaron cosas por ver en esta inacabable ciudad histórica.

Trujillo fue nuestro tercer destino, apasionante y único, localidad de origen de descubridores y conquistadores de renombre como Francisco de Orellana o Francisco Pizarro. Allí comprendimos mucho mejor las claves para que tantos oriundos de esta bella ciudad cruzaran el Atlántico durante el siglo XVI.

El sábado por la tarde nos esperaba el monasterio de Yuste, destino final del emperador Carlos, aparte de lugar bellísimo, a cuyo atractivo ayudaba a mejorar si cabe la dorada luz del atardecer verato. Fue una agradable tarde hablando del retiro del emperador y de la vida monástica que aún continúa entre esas paredes.

Finalmente, el grupo descubrió Coria, ciudad desgraciadamente muy desconocida aún, con su catedral a la cabeza. Fue interesante hablar y comentar su abundante patrimonio eclesiástico y su larga tradición taurina. Causó grata impresión entre los viajeros.

Agradecemos desde estas líneas a los organizadores y a todos los participantes su atención constante, su amabilidad y sus excelentes preguntas y observaciones durante todo el viaje. Fue un placer por nuestra parte tenerlos con nosotros y esperamos verlos en próximas ocasiones para seguir conociendo el patrimonio, la historia y la arqueología de la región.